martes, 8 de mayo de 2018

¿Te acuerdas de Goce Sedloski?



- Con un centenar de partidos es el jugador que más veces ha vestido la camiseta de la selección de Macedonia, y por lo tanto uno de los más importantes a lo largo de su historia. Goce Sedloski (Гоце Седлоски) ha representado a su país sobre el verde durante catorce largos años.
Ha llegado a jugar en la Premier League e incluso en la Bundesliga austriaca y en Turquía. Además destacó jugando para clubes croatas como el Dinamo de Zagreb y el Hajduk Split y también tuvo un breve paso por el fútbol japonés jugando para el Vegalta Sendai.

Entre sus logros está el de ganar hasta tres veces la liga croata y otras tres la Copa, además de realizar buenas participaciones en la Liga de Campeones. Su estancia en el Dinamo de Zagreb fue bastante productiva, y seguramente es el club donde más ha brillado como futbolista.

Sedloski nació en Golemo Konjari, Prilep (ARY Macedonia) el 10 de abril de 1974. En esa ciudad -que entonces pertenecía a la Antigua Yugoslavia- empezó a jugar al fútbol para convertirse en uno de los mejores zagueros macedonios de la historia.
Jugaba de central o como un antiguo líbero. Goce era duro en los marcajes, incansable, muy tenaz y asombrosamente seguro. Trabajar para el equipo era su mayor misión en cada partido, es por ello que en el vestuario era todo un líder, algo que se notaba sobre el terreno de juego. Poseía muy buenas condiciones físicas y eso le hacía salir airoso en cada disputa por el balón.

Tras jugar para el Pobeda Prilep de su ciudad natal, el central macedonio llegaría a debutar en la máxima categoría de la nueva república balcánica una vez terminado el conflicto bélico. Sin embargo no pasaría de una temporada su estancia en el conjunto de Prilep, ya que en 1996 se marcharía a Croacia para fichar por el Hajduk Split.

No le fue nada mal en la Prva HNL, ya que en sus primeros pasos por el fútbol croata consiguió hacerse con un puesto titular en las dos temporadas que honró al conjunto dálmata. Disputó sesenta partidos y marcó siete goles con el Hajduk antes de aventurarse en el fútbol ingles.

Tuvo un paso con más pena que gloria como jugador del Sheffield Wednesday, ya que no consiguió adaptarse a un fútbol tan exigente como el británico, así que acabaría retornando a Croacia, esta vez para militar en las filas del Dinamo de Zagreb.
En la capital croata estuvo siete temporadas en las que se sació a ganar títulos y distinciones como futbolista a medida que crecía su leyenda como jugador internacional con Macedonia. Se fue del Dinamo habiendo cumplido con 138 partidos en los que hizo 24 goles.

En 2004 decidió emprender una nueva aventura en el fútbol japonés jugando para el Vegalta Sendai, con el que hizo tres dianas en 21 partidos de liga. Sin notarse apenas su veterana edad, Sedloski puso rumbo a Turquía para seguir jugando al fútbol.

Durante el curso 2005\06 jugó para el Diyarbakırspor. Participó en bastantes partidos de la liga turca pero prefirió cambiar de aires al percatarse de que tenía ofertas de varios clubes austriacos, por lo que su último destino sería Burgenland, donde le esperaba el Mattersburg.
Su correa física no tenía fin. Con 32 años aún competiría a gran nivel en la Bundesliga austriaca, prolongando su estancia en el Mattersburg hasta 2011, momento en el que dejaría al fútbol tras 134 partidos y once goles. Después se convirtió en entrenador.

El hombre que más veces ha vestido la camiseta de Macedonia en Goce Sedloski, con cien partidos.

- Tan longeva fue su carrera a nivel de clubes como la que desarrolló a nivel internacional. Goce Sedloski representó a la selección de Macedonia durante catorce años jugando un total de cien partidos que le mantienen con el récord de partidos internacionales en la historia del equipo nacional, seguido de Velice Sumulikoski y Goran Pandev, aún en activo.

Hasta 2010 siguió jugando para Macedonia y obtuvo ocho goles. A Sedloski solo le faltó acudir a una gran cita internacional con el equipo de su país, algo que a día de hoy no ha ocurrido, aunque Goce espera poder verlo algún día con sus propios ojos.

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