domingo, 6 de mayo de 2018

¿Te acuerdas de Doo-Ik Pak?



- Posiblemente sea el futbolista más legendario de todos los tiempos en Corea del Norte. Fue quien tumbó a una potencia del fútbol mundial, en aquel día que será recordado como "Los once soldados que derrotaron a Italia" en la Copa del Mundo de Inglaterra 1966. Pak Doo-Ik o Doo-Ik Pak (박두익), fue el autor del histórico gol que dio la vuelta al mundo.

Dicen que Pak solamente jugó cinco partidos para Corea del Norte, yo creo que ya será alguno más. Lo que si es cierto es que jugaba al fútbol por pura afición, ya que nunca jugó en ningún club como profesional... y aún así, fue a un Mundial.
Correoso, veloz, habilidoso y goleador. Esas son las impresiones que nos deja este delantero en cada una de sus actuaciones durante ese magnánimo torneo organizado por la FIFA. A este soldado se le veían, ganas, espíritu, esa fe que te lleva a alcanzar la gloria, como hizo aquella tarde de julio de 1966, en la que se ganó una fama de leyenda.

Pak intenta realizar un remate de cabeza (1966).
- En tiempos difíciles, cuando aún merodeaban los ecos de la guerra coreana, Doo-Ik vino al mundo en la capital norcoreana de Pyongyang, el 17 de diciembre de 1943. Otros historiadores aseguran que el atacante nació en 1936, pero yo prefiero hacer valer los datos oficiales de la FIFA.
Su familia era de clase obrera y se trasladaron a la provincia de Gyeongsang. Eran esos tiempos en los que los trabajadores vivían prácticamente en la fábrica, malviviendo y subsistiendo como podían. Pak descubrió el fútbol a los veinte años, empezando a sentir algo especial por este deporte, siendo considerado incluso como uno de los mayores fanáticos de su país. Pero no era el único deporte al que le dedicaba tiempo, pues el propio jugador reconoció en su día que también había practicado atletismo y otros derivados. En esos campos de atletismo, Pak empezaría a dar sus primeras patadas al balón a partir de 1957. Siguió con ese vicio deportivo, jugando con sus amigos, del estadio a la fábrica, y de la fábrica al estadio. Así todos los días, hasta que un buen día le llegaría la oportunidad de representar a su país, algo que parecía impensable.

Los medios italianos aseguraban que la profesión del delantero era la de dentista, puede ser que poco antes de la gran cita internacional y durante los años posteriores. El caso es que cursó sus estudios en la Universidad de Chosun, en el Departamento de Educación Física Especial, donde se graduaría en el mes de julio de 1958.
Entonces llegaría el momento de incorporarse a las filas militares, figurando en el ejército norcoreano en el rango de cabo, aunque tras su gran participación en Inglaterra empezaría a lucir los galones de sargento.

El ejército le daría la posibilidad de representar a la selección de Corea del Norte a partir de 1959. Él no sería el único, pues muchos futbolistas de aquella época consiguieron ingresar en el equipo nacional sin la necesidad de jugar para ningún club profesional.

Pak se unió a un fantástico y desconocido equipo en el que figuraban otros futbolistas como el portero Chang Myung Lee, el zaguero Yung Kyoo Shin y aquellos magníficos compañeros con los que formaba un ataque rápido y peligroso, Seung Kook Yang y el capitán Seung Zin Pak.
Llegaría el momento de viajar a Inglaterra e instalarse en el hotel. Aquella ignota selección aún no se imaginaba los momentos gloriosos que estaban por llegar, cuando ya sabían que debían afrontar un dificultoso grupo en el que figuraban equipos como Chile, la Unión Soviética e Italia, la más temida de todos.

Fotos, entrevistas, autógrafos... Ante muchos curiosos, nativos de la cuna del fútbol, los muchachos de Rye Hyun Myung se ejercitaban con ilusión en los campos de entrenamiento ante el seguimiento de las cámaras y algunos transeúntes que desconocían a la selección Chollima, incluso muchos no sabían situar el país sobre el mapa mundial.

Primero una derrota contra la URSS, luego el empate contra Chile, y por último el plato fuerte, Italia. Soñando con las posibilidades, los jugadores asiáticos salieron como balas. La seriedad italiana imponía, aunque no lo suficiente para los soldados norcoreanos.
Se aproximaba el final del primer tiempo y de repente apareció él. Era el fiel reflejo de ese caballo alado al que denominan "Chollima". Pak recogió un balón en la frontal del área y lo cruzó para batir al meta Enrico Albertosi. Ese tanto en el Ayresome Park supondría el pase de los coreanos a octavos, y la sorprendente eliminación de los italianos.

No pudieron pasar contra Portugal. Pese a que el equipo llegó a ponerse con tres de ventaja en el luminoso, Eusebio y los suyos acabaron con el sueño de los militares norcoreanos, que salieron de Inglaterra arropados por el cariño del público inglés, expertos en fútbol y reconocedores del gran papel del equipo oriental.

Momento en el que Pak Doo-Ik cruza el balón para marcar el tanto de la victoria frente a Italia (1-0).

- Fueron recibidos como héroes en su país, y muchos fueron condecorados como ejemplares soldados de guerra, aunque en este caso era una batalla deportiva. A Doo-Ik Pak le sirvió su hazaña para ascender a sargento, además de captar la atención de todos los medios del mundo por su extraordinario papel en Inglaterra 1966.

Una vez retirado ejerció como profesor de gimnasia e incluso entrenó a las categorías menores de la selección. Hay quien dice que en su día también entrenó al mismísimo Bum-Kun Cha, otra leyenda, pero de los vecinos del Sur.
Insisto en que me cuesta creer que solamente haya jugado cinco partidos con el equipo nacional de Corea del Norte, cuatro de ellos en la Copa del Mundo. Hizo dos tantos en su trayectoria internacional. Uno de ellos es el que ya sabemos, el que tumbó a la poderosa selección "azzurra" y puso en pie a todo Middlesbrough.


* Despidamos este artículo de Doo-Ik Pak como bien se merece, recordando aquel fantástico gol que dio el histórico pase a octavos a los norcoreanos.





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