jueves, 26 de abril de 2018

¿Te acuerdas de Vujadin Boskov?



- Hoy celebramos la historia del jugador número 400 de Fútbol Balcánico, y lo haremos con un jugador muy especial que bien merece la ocasión. Él solía decir: "Fútbol es fútbol" o "El fútbol es bello porque es sencillo”. Eran algunas de esas frases que quedaron para la posteridad y que solía citar el siempre idolatrado Vujadin Boskov (Вујадин Бошков), un hombre que triunfó como jugador y posteriormente como entrenador.

Es uno de los hombres que más veces ha vestido la camiseta de la extinta Yugoslavia, un futbolista único que actuaba como interior derecho y que demostró una inteligencia especial o una manera diferente de ver el fútbol.
Siempre será recordado como uno de los mejores entrenadores de todos los tiempos. Conocido desde su juventud como "Vujke", entrenó a infinidad de equipos como el Real Madrid, Sampdoria, Roma, Napoles, Zaragoza y Feyenoord, entre otros. También se hizo cargo de selecciones, pues dirigió a Yugoslavia y a su sucesora Serbia & Montenegro.

Boskov como jugador de la Vojvodina.
- Vujadin nació el 16 de mayo de 1931 en un pueblo serbio llamado Petrovaradin, a tan solo diez kilómetros de Novi Sad (Yugoslavia por entonces). Vivió con su familia en Novi Sad hasta que se trasladaron a Begeč -donde vivía su abuelo- durante la Segunda Guerra Mundial. Además de dos hermanas, Vujke tenía un hermano mayor que también jugaría como futbolista, aunque éste fallecería bien joven.
Su primera experiencia como futbolista se iniciaría en la ciudad serbia de Vojvodina, a donde el jugador se trasladó para fichar por el equipo de su ciudad en 1946. Allí aprendería sus primeras lecciones balompédicas, esas mismas lecciones que acabaría dando con el paso de los años.
Entonces nació el "Boskov futbolista", un interior derecho que tenía mucho descaro sobre el verde y que manejaba el esférico con inteligencia y extremada habilidad. Su elegancia no tenía fin, y su forma de entender el fútbol -como jugador o entrenador- era especial, se comportaba como un gran estudioso de este deporte y así se enamoró del fútbol, desde que dio sus primeras patadas al balón. Él mismo se definía como “un gran trabajador" que "todo lo que conseguía era por mi esfuerzo”. Ese esfuerzo y dedicación lo desarrollaría en las filas de la F.K. Vojvodina, club en el que permanecería catorce años. Es por ello que una academia formativa de fútbol de Veternik lleva su nombre, por su fidelidad y apoyo a este archiconocido conjunto serbio.

Debutó en la primera división yugoslava con quince años y acabó convirtiéndose en una estrella del fútbol balcánico que llevó a su país a la gloria derrotando en la semifinal a la poderosa Unión Soviética en los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952.

Después de muchos años en las filas de la Vojvodina abandonaría su querida ciudad para emprender su primera aventura por el fútbol extranjero. Durante casi tres lustros jugó 185 partidos y anotó quince goles.
Fue su exquisita forma de jugar la que le llevaría a fichar por la Sampdoria italiana, cuando por entonces pocos jugadores se atrevían a abandonar su hogar para jugar a un deporte que no estaba tan cotizado como hoy en día.

Durante el curso 1961\62 consiguió debutar en la Serie A italiana y participó en trece partidos. Boskov no pudo dejar su sello goleador en el país de la bota, pero sí ofreció un juego vistoso que muchos supieron reconocer. Posteriormente jugó para el Young Boys suizo, con el que ya empezaría a actuar como entrenador a la par que seguía jugando.

En 1964 dejó de un lado su carrera como futbolista para dedicarse por completo a entrenar. Vujadin Boskov se convertiría en un magnífico director de orquesta que a lo largo de su labor técnica conseguiría un título de liga par su Vojvodina, Liga y Copa para el Real Madrid, otra Copa para el ADO Den Haag y varios títulos con la Sampdoria.
Entrenó a Yugoslavia y a su sucesora y desapareció del panorama futbolístico en 2006, tras trabajar para la Sampdoria. El 27 de abril de 2014 una larga enfermedad se llevaría al gran abanderado del fútbol yugoslavo, que perecería en su amada ciudad de Vojvodina.

Vujadin Boskov durante su etapa como seleccionador del combinado de Serbia & Montenegro.

- Como jugador internacional disputó muchísimos partidos con una selección yugoslava ya desaparecida. Figura como uno de los hombres con más participaciones, concretamente 57 internacionalidades. Nunca pudo marcar gol pero sí consiguió brillar en los Juegos Olímpicos de Helsinki para conseguir una medalla de plata.

Muchas cosas nos ha enseñado Vujadin Boskov, un hombre que entendía el fútbol como nadie, un jugador que supo adquirir conocimientos para luego esparcirlos como técnico. Así era nuestro personaje 400, y es que "Boskov es Boskov".

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